domingo, 13 de julio de 2014

Últimas lecturas


Después de Black Butler #14, la siguiente novedad de Norma en caer fue, como no podía ser de otra forma, Silver Spoon #7. Quizá es que cualquier cosa que toquen las manos de Hiromu Arakawa se convierte en algo excepcional. Silver Spoon sigue siendo una historia de cerdos, vacas y caballos, el día a día de un puñado de estudiantes y, sobre todo, de las pajas mentales de Hachiken. Y pocos mangas más adictivos, entretenidos, divertidos y enriquecedores he comprado. Después de todo el esfuerzo que le puso Hachiken al festival, no pudo asistir al mismo de puro agotamiento físico lo que le convierte en un personaje aún más desgraciado. Sin embargo, la presencia de Aki es más que suficiente para devolverle las ganas de vivir y, rápidamente, el festival queda atrás y todos los estudiantes de Yezo se concentran en el campeonato de béisbol que significa tanto para Komaba. Quizá la genialidad de Silver Spoon recae en que es una historia de incertidumbre, decepciones y cosas que no siempre van como se habían planeado ya que, al fin y al cabo, así es la vida, la de verdad, esa que tan difícilmente queda reflejada en la ficción por más que se esfuercen sus autores.


Hacía tantísimos meses (¡desde agosto esperando!) desde que salió el décimo tomo que apenas recordaba nada de por donde me quedé con Blue Exorcist. Y no se puede decir que pase gran cosa en este tomo... el tema de los misterios lo han resuelto como si nada y me molestó que hablaran de un cuadro poseído por un cambiaformas y que aparentemente todos vean a la misma mujer... por lo demás, se avanza muy poco (por no decir nada) en la trama principal y Shiemi cada vez me saca más de quicio. Eso sí, hacia el final hay un giro inesperado que promete dar pie a un arco más largo y revelador que este último.

Acabando con las novedades de Norma (de la entrada, que no de las que tengo pendientes todavía) ya iba siendo hora de atacar Ataque a los Titanes #8 (la redundancia ha sido sin querer, lo juro), tomo en el que al fin se desvela la identidad del titán hembra (que yo ya me había spoileado hace un tiempo por un fanart y por las pistas cada vez más evidentes que se van dando). Y si solo se tratara de eso diría que no ha sido una gran lectura... pero Isayama se cubre las espaldas dando una sorpresa de esas que sí son realmente impredecibles al final del tomo. Es un no parar este manga.


Y de Norma me paso a Ivrea con un tomo que sí esperaba como agua de mayo (y si no me acordaba de nada en Blue Exorcist cuyo último tomo salió el verano pasado... imaginad D.Gray-Man que el tomo #23 se remonta al 2012): D.Gray-Man #24. Como os podéis imaginar, no me acordaba de nada de nada pero me conformé con la sinopsis de "la historia hasta ahora" y creo que, milagrosamente, fue suficiente para seguir la trama. ¡Menuda sorpresa más agradable me llevé al toparme con páginas a color! Vale que sean solo dos pero es toda una mejora respecto a la edición de EDT. Y bien, sobre el tomo en sí... la verdad es que es todo cada vez más y más caótico incorporando flashbacks y con Allen sufriendo ataques de personalidad múltiple. Link me genera mucha curiosidad y me alegro de que Kanda haya vuelto para quedarse (más o menos) pero me preocupa Lavi... Al menos parece que la autora se ha decidido a contar otro poquito más sobre Mana, Nea y los Noé... Para cuando salga el tomo #25 (si es que sale) voy a tener que releer otra vez los 24 tomos y hacerme un croquis porque menudo cacao mental.


Pasarme a Ivrea significa, por supuesto, pasarme al shôjo y el primer tomo al que le he hincado el diente esta vez ha sido Akuma to Love Song #8. Y la verdad es que está siendo toda una decepción. Es algo que llevo pensando desde hace meses y lo único que me faltaba es que cuando por fin despachan a la pesada de Anna, aparezca otro chico interesado en Maria (eran pocos y parió la abuela) y que encima sea tan pero que tan pesado... Aunque lo que más me cabrea es el tema de [SPOILER] que Meguro se aleje de Maria y no solo eso sino que encima aleje a los demás también de ella para que no recuerde que su madre se suicidó "por su culpa". Es tan absurdo pretender proteger a alguien a base de aislarle y hacerle sufrir aún más; si es que está claro que antes o después se va a tener que acordar, pues cuánto antes mejor y más tiempo para curar la herida que la pobre va a acabar loca perdida o, peor aún, liándose con el nuevo[/SPOILER]. Un manga que empezó prometiendo una historia un poco distinta ha acabado restregándose en todos los clichés del género y de la peor de las maneras. Miedo me dan los cinco tomos que me quedan aún por delante... 

Por último, he acabado de leer oficialmente Strobe Edge aunque ya me leí este último tomo muy ilegalmente por internet cuando acabé con el noveno porque necesitaba saber cómo acababa todo al final (es decir, confirmarlo más bien porque no es como si fuera una sorpresa lo que pasa). Y es un final que releería mil veces. Es tan bonito, tan dulce, tan bonito, tan dulce, ¡tan bonito y tan dulce! Ninako y Ren hacen la mejor de las parejas posibles y todo queda bien atado. Las dos historias cortas del final también son una monada. Y es que no tengo nada más que añadir... Strobe Edge ha sido una cucada de principio a final, ojalá Ivrea se anime con otras obras de Io Sakisaka.

Moraleja: no llevéis series abiertas al día porque es una tor-tu-ra.

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